Ubicado al noreste de La Vega, el Santo Cerro es uno de los lugares más sagrados del país, donde se encuentra la iglesia Santuario Nuestra Señora de las Mercedes.
Cuenta la leyenda que durante una batalla con los indígenas taínos, Cristóbal Colón colocó una cruz en la cima de una colina al lado de la iglesia y cuando los taínos trataron de atacarla, la Virgen de Nuestra Señora de Mercedes, patrona de República Dominicana, se les apareció y los ahuyentó. Ahora en Santo Cerro se lleva a cabo una peregrinación anual el 24 de septiembre, cuando los dominicanos de todo el país acuden en masa para rendir homenaje a la santa patrona de la nación.
El santuario
El Santuario Nacional de Nuestra Señora de las Mercedes, una hermosa iglesia blanca que en la actualidad se encuentra sobre Santo Cerro construida para reemplazar la pequeña ermita, fue diseñado y construido por el arquitecto Alarife Onofre de Lora, a principios de 1880, bajo la dirección del arzobispo Roque Cochia. Su infraestructura consiste en una edificación de muros de ladrillos, (Los ladrillos utilizados para construir la iglesia, tienen un valor agregado, y debido a que provienen de los restos de La Vega Vieja), 8 ventanales en cristal, propio del estilo gótico, aunque está diseñado sobre la base de una mezcla de estilos, como el Romano, Neoclásico y Romántico.
En la impresionante arquitectura interior se destacan detalles en madera tallada y pasillos arqueados, en su cúpula aparecen pinturas alegóricas a los evangelistas; Lucas, Marcos, Mateo y Juan, obra del artista vegano, Enrique García Godoy en 1920.
Al aire libre en la parte posterior de la iglesia y sube los escalones hacia la simbólica cruz de Santo Cerro de 14 metros de altura que se eleva sobre el Valle del Cibao y goza de espectaculares vistas panorámicas de las montañas circundantes.
El monumento de Luz del Mundo, así se le llama a la gigantesca cruz hecha sobre una base de tres metros de altura, construida en piedra coralina, con un corazón que simboliza el amor, y soporta la cruz que alcanza 9.9 metros de altitud, de manera simbólica en su interior se relata la vida de Jesús, la relación con su madre desde la anunciación hasta la resurrección.
El deslumbrante monumento arquitectónico en forma de cruz, fue construido en la parte exterior de la iglesia, por disposición del Ministerio de Turismo y la Diócesis de La Vega. Su diseño es de la arquitecta Iris Pérez.