Es un símbolo de este municipio de la provincia Peravia, pues la construcción de la misma se consideró desde mucho tiempo antes de la fundación del pueblo (1739).

La primera versión de esta catedral era una humilde ermita fabricada con tablas y hojas de palma, ubicada en el mismo espacio donde hoy día se encuentra la gran edificación. Esta ermita exhibía una imagen de la Virgen de Nuestra Señora de Regla, por eso fue desde un inicio identificada con la misma.

Esta iglesia se convirtió en un punto de encuentro y referencia para los habitantes del lugar. Con el pasar del tiempo y los fenómenos naturales, la ermita fue reconstruida varias veces. No fue hasta finales del siglo XIX cuando se decidió hacer un nuevo templo más sólido y de larga vida.

Los cimientos de esta iglesia se iniciaron en agosto de 1876, pero el trabajo se detuvo por falta de fondos hasta julio de 1882 cuando se creó la Junta de Fondos Pro Iglesia de Baní, también aportó el padre José María Meriño quien gestionó con varios maestros de obra y agrimensores para los trazos del proyecto.

La construcción finalizó el 21 de noviembre de 1889, día en que por primera vez sonaron las campanas para anunciar su oficial apertura.

La Catedral Nuestra Señora de Regla es la ¨parroquia madre¨ de la Diócesis de Baní, además de la importancia histórica que tiene la misma debido al tiempo que tiene establecida como centro religioso de la ciudad de Baní.