Las Tablas. Baní. Aquello de que la fe mueve montañas, en Baní se cumplió con la construcción del santuario de San Martín de Porres, un monumento de piedra.
Se trata de un lugar para la peregrinación construido por los creyentes de la comunidad de Las Tablas, siguiendo las orientaciones del sacerdote canadiense Roberto Hymusskm.
El lugar es encantador, refleja el amor con el que fue construido, según nos contó el encargado de cuidar el santuario.
quien sólo se identifica como Hermano Marcos
Las mujeres de la comunidad tuvieron que cargar el agua del río para los trabajos de construcción. Todos aquí colaboramos, cargábamos las piedras y las hermanas traían cubetas de agua para mezclar el cemento y pegar las piedras, narró el Hermano Marcos.
Indicó además que la construcción del sacro templo duró solo un año.
El santuario de San Martín de Porres fue un sueño del padre Roberto Hymusskm, quien hasta el momento de su muerte en 1995 fue el párroco del lugar.
Fe, un granito de mostaza. Nuestros país es muy creyente tanto así que en el santuario se observan evidencias de las ofrendas que los devotos le llevan a San Martín de Porres.
De acuerdo con el hermano Marcos, muchos de los visitantes suben la inmensa escalera de piedras hasta donde está el santo moreno, para solicitarle el favor de curar sus penas; precariedades económicas, de salud y emocionales.
El santuario está rodeado por una hermosa vista natural y varias cabañas que acogen delegaciones de iglesias que realizan retiros.
Sobre el santo
San Martín de Porres nació en Lima. Perú, en 1579.
Hijo del burgalés Juan de Porres y de Ana Velázquez, negra libre de Panamá. A los 15 años logró ingresar en el Convento de Santo Domingo. Como a los mulatos les tenían mucha desconfianza, fue admitido solamente como «donado», o sea un servicial de la comunidad.
Así vivió nueve años, practicando los oficios más humildes y siendo el último de todos. Fue admitido como hermano de la orden en 1603.